1.- Primeros tiempos: De la edad prehistórica de Toreno y su tierra, nada o casi nada podemos asegurar. Sí se conocen hallazgos periféricos de cerámica y hachas que confirman la existencia de una incipiente actividad. Las pinturas recién descubiertas en Librán o San Pedro avalan la presencia humana en la Edad de Bronce. Algunos descubrimientos en el Castro, confirman la culturización celta de la zona en el segundo periodo de la Edad de Hierro. Y llega el ciclo histórico. Concluidas las Guerras Cántabras por el emperador Augusto, en el año 19 a.C. y comenzada la romanización del NO peninsular en el s. I que sigue, la vida de los castros indígenas va desapareciendo, obligados sus habitantes por los vencedores a bajar al llano. Algunos de estos recintos poblacionales, cuando su importancia estratégica, como en Toreno, lo requería, sobrevivieron, comunicándose entre sí por antiguas vías o “traviesas”. Toreno cobra entonces gran relevancia como nudo de comunicaciones, pues de él parten, o en él concluyen, o en él se cruzan, según se mire cuatro caminos que agotan la rosa de los vientos: 1º.- Al Este, el que abre la “traviesa” que da nombre y enlaza los castros de Villar, Berciego, los ¡8! De Noceda, los ¡3! De San Justo de Cabanillas, el de Cabanillas, etc… 2º.- Al Norte, el que asciende por el hermético y alto Sil hacia los Castros de Páramo y Laciana. 3º.- Al Sur, el que comunica con los castros del arroyo de Valdeflor y de Santa Marina, desde donde torcerá luego al Este, rumbo a tierras de Bembibre. 4º.- El del Suroeste, que abrirá puertas a los castros de Finolledo, San Andrés de Montejos, Columbrianos y Ponferrada. Y por fin, el del Noroeste, que tendrá por hitos los dos de Tombrio de Abajo y de Arriba, y que se aproximará a los de Langre y San Miguel, abriendo camino por Berlanga hacia Vega. Este último se bifurcará en Tombrio hacia Fresnedo, en una ancha calzada de la que aún hay vestigios. De los siglos V al VII, nos encontramos con el silencio, por tanto pasamos página hasta llegar, por lo menos , al……….. 2.- ¿SEÑORIO DE LOS VUELTA? (714-916). Del 714 tenemos noticias, que hemos de leer entre la historia y la leyenda, de un hecho que pudo haber sucedido en torno a la puerta de Toreno. Era cuando el caudillo moro Tariq intentaba subir con sus mesnadas, Sil arriba, hacia tierras asturianas, y hubo una refriega cristiano-mora que transcurrió así: Era Don Lope González señor de la Villa que vivía en un torre o castillo, un día salió con sus deudos de madrugada hasta un puente que había cerca de su casa, y llegaron repentinamente los moros, con tanto alarido que los cristianos desampararon el puente, corriendo hacia la torre. Entonces el Señor de ella, que había quedado solo, levantó la espada con gran ánimo y esfuerzo, tornándose contra los enemigos y diciendo a grandes voces: “¡ Vuelta, Vuelta….!”. Y los suyos volvieron y defendieron el puente, por donde los moros no pudieron pasar. Así, el valiente Señor pasó a llamarse don López González Buelta, el Bueno, derivando de él todos los Buelta de Toreno. De esto podríamos deducir que, a partir de este momento, el Señorío de Toreno, pasó a manos de los Buelta. Pero de haber sido así, ¿hasta cuando?. Esta posesión señorial de los Vuelta – Buelta - pudo haber llegado hasta que la villa pasó a pertenecer al…. 3.- Señorío del monasterio de Santa Leocadia (916-1118). La historia ya empieza a escribirse y a conocerse desde que en el año 916 San Genadio restaura y dota el Monasterio de Santa Leocadia, apellidado de Castañeda, el cual Valentín y Moisés habían fundado con doce compañeros a mediados del s. IX. Por estas fechas, los dos barrios de Toreno y Torenillo gozaban de una cierta independencia. Santa Leocadia administraba Toreno desde el priorato de San Juan que en él tenía establecido, en torno a la actual Iglesia. Los nobles Jimeno Velaz y Munio Rodríguez lo enriquecen con bienes suyos en el 998 y el 1033. En 1054, será el rico berciano Munio Jiménez quien pretenda apropiarse del Monasterio de San Juan, con todas sus heredades, en la villa de Toreno, contra el que tendrá que luchar el obispo astorgano para obligarle a desistir, postrándolo a sus pies en súplica de perdón. Del 1073 es el último Abad conocido, Pelayo, lo que nos deja entrever una decadencia irremediable. En 1085, Alfonso VI y el obispo Osmundo, sancionan juntos que Toreno por entero, con sus hombres y heredades, excepto una corte en San Andrés, pertenecen a la Iglesia Astorgana, que era lo mismo que decir que el monasterio de Santa Leocadia seguía disfrutando con pleno derecho de nuestra villa y su tierra. Esta “corte” o casas de S. Andrés debía referirse, al pequeño villorio en las proximidades del castillo de S. Esteban, y cuya antigua existencia prevalece hoy doblemente recordada en los topónimos menores de “El Barrio” y de “San Andrés”, en la soleada ladera occidental de la Gándara. 4.- Señorío eclesiástico de Astorga, administrado por los arcedianos de Ribas del Sil (1118-1583). Posiblemente, alrededor de 1118 fue cuando desapareció la Abadía de Santa Leocadia, viene a confirmarlo el hecho de que, en este año, los bienes monacales son administrados por don Pelayo, Arcediano de Ribas del Sil, en la Iglesia de Astorga, y en 1138 lo continua rigiendo otro Arcediano, Jimeno Eriz, quien al final del mismo sería nombrado Obispo de la Diócesis. Como caso insólito, en el año siguiente y aún en 1141, cuando el prelado muere, el cenobio, o lo que de él quedaba, era administrado por una mujer, María Jiménez, madre del prelado difunto. Entre los años 1155 y 1420, entre Alfonso VII, el Emperador, y Juan II hubo otros siete monarcas que otorgaron protección a las posesiones que Astorga tenía en Santa Leocadia y Toreno. 5.- (Oferta del señorío real a la Villa, el 29 Mayo de 1582). En esta fecha hubo una oferta que a punto estuvo de cambiar el porvenir de la villa; y es que en esta fecha, Toreno pudo haber pasado a señorío de realengo, como Ponferrada, cuando el juez Francisco de Guzmán, en nombre del monarca, ofreció esta oportunidad a sus vecinos, antes de que la comprara su siguiente señor. Pero Toreno rechazó la oferta, por falta de medios con qué pagar. 6.- Señorío de Antonio Vázquez Buelta (1583-1600). En Agosto de 1581, Felipe II manda a su juez, Francisco de Guzmán, que averigüe las rentas que proporciona al arcedianato de Ribas del Sil los habitantes de Toreno y lugares de su jurisdicción y que los tome para la corona, Guzmán estima las rentas pagadas por los 207 vecinos de la tierra en 3.720.292 mrs. En 1582 el rey ordena segregar Toreno y sus pueblos de dicho arcedianato y entregárselos a Antonio Vázquez Buelta. El juez Guzmán convoca al pueblo en la plaza, en torno a la Picota, y tras leer la carta del rey que le manda tomar posesión de la villa y su tierra como corregidor suyo, visita los lugares más simbólicos y representativos y los incorpora a la Corona. Concluido el rito de la posesión, el juez y corregidor real traspasa a Pedro Buelta, en nombre de su primo Antonio Vázquez, su comprador. El 31 de Mayo de 1583, el rey firma la carta de venta definitiva a favor de Antonio. 7.- Señorío de Jerónimo Vázquez Buelta (-1600-1606), era hijo de Antonio Vázquez, gozó del señorío poco tiempo y con signos de precariedad económica; aún vivía en Diciembre de 1606. 8.- Señorío de los Velasco (1606-1608). Hay una “extraña aparición” de ciertos Velascos, como señores de Toreno y Tombrio de Abaxo y su tierra, en 1608, difícil de desentrañar, se trata de una época oscura y breve del señorío de Gregorio Velasco y Pedro Velasco, quienes otorgan poder a Bartolomé Pérez, para que en su nombre cobre las rentas de sus villas y lugares. 9.- Señorío del capitán Sancho de Merás (1613). En 1613, este hombre, compra Toreno y Tombrio a Jerónimo Vázquez en 16.000 ducados, en este mismo año se descubre que el Capitán tenía 36 cajas de plata traídas de América y que no había pagado el “quinto” de su valor en las aduanas. El Rey le embarga todos los bienes de Sancho, entre ellos las villas de Toreno y Tombrio y sus lugares, incorporándolos a la corona. 10.- Señorío transitorio de la Corona (1613-1615), en estos años la villa pasa a manos de la Corona, al embargar los bienes del Capitán Merás, como hemos visto. 11.- Señorío de Clara (Queipo de Llano y) Bernardo de Quirós (1615-1630), ella mujer del desaparecido Capitán Merás, seguía usando de los bienes de la Corona y título de señora de las villas de Toreno y Tombrio, por disposición testamentaria de su ausente marido. 12.- (Pretensión del señorío por Esdenco de Colobrat, barón de Bohemia . 1630-1631), en esta época estuvo a punto de caer Toreno en Manos de este personaje insólito y original como el capitán Merás, se trata de Esdenco de Colobrat, que alegando que su padre Wolfang, había ayudado a Fernando I de Austria, hermano de nuestro Carlos I, prestándole dinero para sus guerras, en pago a esos favores, le reclama el derecho a la compra de Toreno, villa que sabía embargada por la corona. 13.- Señorío de Álvaro Queipo de Llano. Señor (1630-1657) y conde (1657-1662). El señorío de Álvaro Queipo de Llano entre 1630-1657 tuvo serios altibajos, era hermano de Clara, y heredero de sus derechos señoriales, al morir ella sin descendencia en 1630. En 1638 tiene por juez de la villa y su tierra a Juan Buitrón, el primero de los Buitrones, quienes ya no abandonarán la administración condal hasta los recientes tío Cayo y su hijo Honorio. La obsesión compradora del futuro conde sigue acumulando fincas a troche y moche, haciendo grandes fincas, comprando y uniendo otras más pequeñas. El 28 de octubre de 1657 se le llama vizconde de Matarrosa, y culmina su carrera nobiliaria el 12 de diciembre de 1657, como conde de Toreno. 14.- El Condado de los Queipo de Llano (1657- hasta hoy). Don Álvaro lo disfrutó hasta 1662, en que muere. Le siguen otros diez condes. Desde 1838, disfrutan todos de la grandeza de España. Muchos pasaron sin pena ni gloria; otros fueron figuras memorables, les mencionamos: - Al 2º Conde, don Fernando, se le debe la elaboración de las Ordenanzas de Toreno, de 1664, por las que se conoce a fondo la vida rural de la villa. - El 4º Conde, también Fernando, tuvo una vida muy influyente en Ponferrada, donde en 1724 era alcalde mayor de su castillo y cárcel. - El 5º Conde, don Joaquín, fue Académico honorario de la Real de Historia y publicó dos libros en1779 y 1781, sobre los minerales de León y Asturias, incluyendo algunos del Bierzo. - El 7º Conde, don José María, fue el más sobresaliente de todos, es el Conde de Toreno por antonomasia. Abruman sus cargos y títulos, fue orador y escritor célebre. Con él se termina, en realidad, el señorío de los condes. - El 8º Conde, don Francisco, aunque ya sin señorío destacó con su entrada en las Cortes como diputado, en 1864. - 11º y último Conde, don Francisco de Borja Queipo de Llano y Acuña, murió en Madrid en Febrero de 2002, fue Presidente de la Cruz Roja Española, quien con tantos títulos, cargos y cruces de mérito como tenía, sufrió el tropezón de dejar de respirar, diciendo en su gesto de despedida a los hombres sencillos, que también él, como todos, había pedido su último minuto. DON FRANCISCO GONZÁLEZ GONZÁLEZ
EL SEÑORÍO Y CONDADO DE TORENO
(Resumen de una conferencia de D. Francisco González González dada en la Casa de la Cultura de Toreno el 16 de Marzo de 2002, con motivo de serle concedida la PICOTA DE PLATA por el Ayuntamiento de la Villa y pueblos de su jurisdicción, realizado por D. Manuel Álvarez Martínez y con la debida autorización del autor)